Unos glúteos tonificados y de apariencia juvenil son cada vez más considerados símbolos de feminidad y forma física, y gracias a la gluteoplastia es posible redefinir y moldear esta parte del cuerpo.

Los pacientes que se someten a una cirugía de gluteoplastia desean aumentar el volumen de sus glúteos, o se encuentran con un tejido poco tonificado debido a la pérdida de peso o al envejecimiento, o tienen un trasero desproporcionado con respecto al resto del cuerpo.

El objetivo de la gluteoplastia es corregir y moldear glúteos planos o vaciados y obtener una forma más definida, redonda y tonificada. De hecho, la gluteoplastia corrige varias imperfecciones: da forma a los glúteos planos, corrige la flacidez de la piel y levanta los glúteos caídos. La cirugía corporal de aumento y reafirmación de glúteos se puede dividir en:

• Gluteoplastia con lipofilling: es un procedimiento de cirugía corporal especialmente indicado en pacientes con buena disponibilidad de grasa para ser succionada en otras zonas del cuerpo,
• Gluteoplastia con prótesis: operación de cirugía corporal a través de una pequeña incisión vertical oculta entre los dos glúteos.

Las principales ventajas de esta técnica son la previsibilidad del resultado, el mantenimiento óptimo en el tiempo y la consistencia muy suave y natural del resultado. Una de las anestesias más habituales para realizar este tipo de cirugías es la epidural con sedación, gracias a la cual el paciente puede permanecer perfectamente despierto durante todo el procedimiento. En cuanto al postoperatorio, es bastante fácil, ya partir del día siguiente de la operación es posible pasar a estar sentado.

La cirugía de aumento de glúteos se ha convertido en una operación bastante popular sobre todo en países como Italia, Colombia y Brasil pero también en Estados Unidos está despertando cada vez más curiosidad.