Todo el mundo conoce el tratamiento del Botox, pero ¿cuántos conocen las ventajas de su versión “inteligente”?

Smart Botox es una nueva técnica innovadora e inteligente, una evolución del procedimiento tradicional de infiltración de sustancias.

De hecho, además de ofrecer resultados armoniosos y naturales, la nueva versión del tratamiento destaca por las diversas ventajas que ofrece. Pero vamos en orden.

La fama del tratamiento con Botox es producto de su capacidad para eliminar las líneas de expresión e imperfecciones propias de la piel envejecida, ofreciendo resultados naturales y un efecto lifting.

Las infiltraciones de la sustancia permiten mejorar el tono y la compacidad del rostro por un período variable de 4 a 6 meses gracias a la acción inhibitoria del Botox sobre la producción de neurotransmisores, generando así un bloqueo de la contracción muscular.

Desde hace varios años, gracias al Prof. Raffaele Rauso, reconocido cirujano plástico y médico estético de nuestra península, el tratamiento ha tomado forma inteligente, adquiriendo otros aspectos positivos, principalmente dados por la combinación de botulínico con lidocaína.

Mientras que en realidad es un tratamiento tradicional, el botulínico se mezcla con una solución fisiológica, la técnica inteligente implica la combinación de la sustancia con un anestésico ampliamente conocido.

La presencia de lidocaína durante la infiltración permite minimizar las molestias que pudieran percibirse por las inyecciones, permitiendo que el paciente se relaje y disfrute del tratamiento sin dolor. ¡Pero no solo!

El bótox mezclado con este anestésico ofrece una especie de avance de unos 30 minutos de los resultados finales del tratamiento, sin tener que esperar los tradicionales 5-6 días para saber cómo quedará tu rostro. Esto no solo proporciona al paciente una evaluación temprana de la eficacia del Botox, sino que también le permite al médico corregir cualquier asimetría por adelantado que normalmente sería posible eliminar en un momento posterior.